La apicultura es para muchos un arte y para otros tantos un proceso de recolección de un alimento natural producido por las abejas (la miel) en el campo, que ha sido valorado y deseado por distintas civilizaciones a lo largo de la humanidad (Pueblos nómadas, Sumerios, Egipcios, Fenicios, Griegos, Romanos y Árabes) que han convivido con ellas y que han evolucionado en la obtención de este preciado néctar, llamándolo incluso por algunas de estas civilizaciones (Griega) como “El néctar de los dioses”.
El artífice de la obtención de la miel y del cuidado de las abejas, es el Apicultor. Se preocupa de que las abejas no enfermen y estén en buenas condiciones de salud, ayuda a combatir plagas adversas y transporta las colmenas a las floraciones adecuadas en cada época del año para que las abejas tengan alimento todo el año, al final todo este trabajo se ve recompensado en la recolección del excedente de la colmena.