La polinización es vital para garantizar la biodiversidad floral de nuestros ecosistemas, así como para mejorar la productividad y calidad de los cultivos de alimentos que producen sus frutos a través de la flor, como pueden ser naranjos, limoneros, aguacates y un largo etcétera. En concreto queremos hablaros de los beneficios de la polinización de las abejas. Además, te indicamos cuál debe ser el mejor estado de una colmena polinizadora.
Entre la infinidad de insectos que participan en la polinización, la abeja melífera (Apis mellífera) es considerada como la más eficaz. A la llegada de la primavera, las abejas tras superar el invierno están preparadas para empezar su trabajo de reposición de alimento para la colmena y para comenzar la proliferación de nuevos individuos que garanticen el buen desarrollo y supervivencia de la colmena para la siguiente estación de frio. Con este propósito acuden a las flores en busca de su néctar y da comienzo su faceta como polinizadoras y el inicio a muchas áreas de cultivo.
¿Qué beneficios supone la polinización?
La acción de los polinizadores resulta vital tanto en los agro ecosistemas como para la producción de semillas de cultivos de raíces y fibras. Tal y como indica la FAO, dos terceras partes de las plantas cultivadas de las que nos alimentamos, así como muchos alimentos de origen vegetal, dependen de la polinización que realizan los insectos. Está demostrado que la acción de insectos polinizadores, en especial las abejas, mejoran considerablemente la producción del cultivo donde actúan, aumentando a su vez el estándar de calidad de los frutos obtenidos.
Una buena colmena polinizadora
Para una correcta polinización, los agricultores recurren y gestionan colmenas polinizadoras. Estas son las características para una buena colmena de este tipo, tomando como base la publicación de la revista Apicultura Ibérica, tras su experiencia con apicultores expertos en la materia:
- La reina tiene que ser joven, menor de un año.
- Un mínimo de 10 cuadros cubiertos de abeja.
- 4 cuadros de cría compacta.
- 2 cuadros de reserva.
- Las colmenas tienen que estar sanas, con menos de un 3% de varroa.
Antes de que las colmenas entren en el cultivo para polinizar se ha de realizar una evaluación del estado de la reina. Una vez ubicada la colmena en el cultivo hay que revisarla cada 10 días aproximadamente y aportarle alimento, si es necesario.
La creciente dimensión agrícola ha revalorizado el papel de la abeja considerándola una profesional de la polinización. ¡Cuidemos a las abejas!