Las abejas además de portar a sus colmenas el agua y néctar con el que fabricar la miel, también llevan el polen que se espolvorea de la flor y que utilizan para alimentar a las larvas de zánganos y abejas obreras. Este polen se deposita en el panal quedando cubierto de miel.
El polen cuanto más multicolor sea mayor será su riqueza nutritiva, por las variedades que lo componen. Suelen dominar el color amarillo, rojo, negro o marrón.
Propiedades y beneficios del polen
El polen es uno de los productos de la apiterapia, junto con la miel, la jalea real y el propóleo, creados por las abejas.
– Posee propiedades nutritivas, energéticas y metabólicas. Acciones reguladoras de las funciones intestinales y aumento de la hemoglobina en sangre.
– Estimulante del apetito, del humor y de la vitalidad.
– Gran número de vitaminas. Todas las del grupo B, así como vitaminas A, D, E y C. Sales minerales y oligoelementos como calcio, cloro, cobre, hierro…y algunas sustancias antibióticas.
El polen es un producto natural de las abejas perfecto como complemento alimenticio para una acción preventiva y protectora de nuestra salud. Consumirlo de manera controlada nos va a proporcionar efectos tonificantes, estimulantes a la vez que desintoxicantes.
Cómo se toma el polen
Se puede masticar o tragar con un poquito de agua. A quién no le guste esa sensación o su sabor lo puede disolver en zumo, leche, yogur y añadirle un poquito de miel.
El polen de abeja, un producto natural cada día más frecuente dentro de las terapias naturales, sin contraindicaciones, incompatibilidades y ausente de toxicidad, es un eficaz remedio en infinidad de afecciones cotidianas a tenor de los beneficios que nos proporcionan sus múltiples propiedades.
