La miel es una de las mejores opciones naturales, no solo para beneficiarnos de sus propiedades alimenticias, sino también como elemento indispensable en nuestro botiquín natural. Ya se utilizada antiguamente pero hoy en día se han realizado estudios clínicos que confirman y explican esas maravillosas propiedades.
¿Qué propiedades tiene?
Las abejas elaboran la miel a partir del néctar de las flores, pero también añaden una enzima llamada glucosa oxidasa que al aplicarla directamente sobre la piel produce una lenta liberación de peróxido de carbono, responsable de casi todas sus propiedades terapéuticas. El peróxido de carbono tiene propiedades antioxidantes que combaten la acción de radicales libres y posee un efecto antiinflamatorio, además de estimular la capacidad inmunológica a nivel local. A su vez, la acidificación de la miel proporciona unos nutrientes imprescindibles para acelerar la cicatrización.
Beneficios
- Ejerce una acción antibacteriana y antifúngica.
- Acelera el cierre y curación de la herida
- Es analgésica (reduce el dolor).
- Permite un mejor acceso del oxígeno a la herida.
- Proporciona nutrientes a las células para ayudar a su regeneración.
- Es antiinflamatoria.
La miel de Manuka, procedente de Nueva Zelanda, es la mejor para las heridas debido a que tiene una sustancia vegetal que aumenta la capacidad terapéutica de la oxidasa haciéndola más efectiva. No obstante, aunque esta miel sea más eficiente, cualquier miel posee las mismas propiedades.
Cómo usarla
La miel debe aplicarse directamente sobre la herida o quemadura, incluso aunque se vaya a tapar, se puede dejar la herida impregnada. Hay que procurar cambiarla al menos 3 veces al día.