De todos es sabido que la miel es infinitamente más sana que el azúcar pero, ¿sabéis realmente cuáles son los motivos para llegar a esa conclusión? Desde Naturval os lo explicamos.
Origen del azúcar
Desde la antigüedad (culturas como la griega, egipcia o romana, presentan evidencias históricas de ello) hasta principios de la época moderna se ha venido utilizando la miel como principal edulcorante y siempre ha sido uno de los alimentos altamente apreciados.
Hasta que los indios, conocedores del sabor dulce de la caña de azúcar cuando la masticaban, terminaron descubriendo un método para cristalizar dicho azúcar y recorrieron el mundo para vender este suministro hasta llegar a los monjes budistas, que fueron los que la hicieron llegar a China y de ahí al resto del mundo. El azúcar fue un lujo hasta el siglo XVIII, la gente de nivel social alto la usaba para marcar su estatus.
Y entonces, se creó el azúcar blanco: un compuesto químico completamente artificial (comparado en muchas ocasiones con una droga) que no aporta ni proteínas, ni grasas, ni vitaminas, ni minerales; únicamente aporta calorías vacías. Se encuentra presente en una infinidad de alimentos. No sólo no aporta ningún beneficio para el organismo, sino que además resulta altamente dañino; especialmente en niños, mujeres y ancianos.
Hoy en día casi el 100% de los alimentos industriales contiene azúcar.
Apostar por una alimentación sana
Cambiando un poco nuestros hábitos, podemos lograr una alimentación más sana y saludable. Empecemos por los edulcorantes. Un gesto tan sencillo como cambiar el azúcar blanco por miel para edulcorar nuestros cafés, tés, yogures, etc., puede aportarnos muchos beneficios. Hay muchas variedades de miel, que puedes utilizar en la cocina aprovechándote de ello para crear muchos tipo de sabores.
Ya sabemos que la miel es un alimento rico en vitaminas y minerales además de ser un antiinflamatorio natural, pero hoy en día sabemos además, que es un alimento puro sin ningún tipo de manipulación química, que es un regalo que nos otorga la naturaleza y que en nuestra mano está aprovecharlo.
Una alimentación correcta desde pequeños conllevará un futuro más saludable.