Todos conocemos a las abejas, sabemos que producen la miel que consumimos y que alguna vez en nuestra vida es posible que nos hayan picado, pero estos insectos son increíbles y es interesante conocer sus hábitos.
Para empezar, las abejas viven en sociedades jerarquizadas y cada una tiene una función vital para el correcto funcionamiento de la colmena. Sus trabajos a lo largo de la vida van en función de la edad, empezando a los pocos días de nacer, a limpiar las celdas, luego a alimentar a las larvas, después a producir cera o transportar alimento. A los 20 días las abejas pueden convertirse en guardianas de la colmena y a los 40 días empiezan a recoger néctar, polen y agua, así como a polinizar plantas.
Las abejas se comunican de manera inteligente, realizan danzas en el aire para expresar la ubicación de alimento o para revelar ángulos a las demás abejas.
Para producir 1kg de miel, las abejas de una colmena deberían visitar más de dos millones de flores, y suponiendo que todas en su conjunto son capaces de elaborar 27kg aproximadamente en un año, que es mucho más de lo necesario para subsistir el invierno, en total son muchos millones de flores.
La temperatura en la colmena es de unos 36º, pero lo curioso es que las abejas tienen la sangre fría pero son capaces de generar calor al hacer vibrar su cuerpo. Una abeja bajo lluvia o agua pierde la capacidad de moverse.
En la cúspide de la sociedad de la colmena vive la abeja reina que puede vivir hasta 5 años. Cuando se produce superpoblación en la colmena, la abeja reina puede decidir si crear más población o abandonar su colonia y empezar una nueva en otro lugar. Por último, las larvas de abeja reina deberán elegir si gobernar la colmena en la que nacen y matar a sus hermanas o abandonar su hogar para formar una nueva sociedad.
¡Ahora veremos a las abejas con otros ojos!
