Nuestras abuelas llevan toda la vida diciéndonos que la miel es un gran remedio contra la tos, bien, pues tienen razón.
En un estudio publicado por Pediatrics en el que para llegar a esta conclusión se administró 3 tipos de miel y un placebo a 300 niños de entre 1 y 5 años con tos nocturna y resfriados de larga duración. Se les suministró miel o placebo en dos días consecutivos una vez aparecidos los síntomas. La dosis era igual para todos, y después de cada noche se midió la frecuencia de la tos de cada niño y su gravedad, si era seca, laríngea, etc.) y la calidad de sueño tanto de niños como de sus padres.
Los resultados fueron que todos los remedios, incluído el placebo, hicieron mejorar a los niños, pero sin embargo los que tomaron miel mejoraron significativamente más que los demás. Los que tomaron miel venían de una puntuación de 18,6, en los parámetros antes comentados, antes de tomar la miel y bajaron hasta un 8,5 respecto de la noche anterior. Los del placebo bajaron hasta un 12,4.
Además de nuestras abuelas la miel también es recomendada por la OMS (Organización mundial de la salud) como remedio ante la tos y los síntomas del resfriado. Sano y eficaz.