La miel es una fuente de energía 100% natural. La gran cantidad de glucosa que aporta hace que nuestra resistencia aumente, y el hecho de que todos los azúcares contenidos en la miel sean totalmente naturales hace que nuestro cuerpo los digiera sin ningún problema, además no contiene grasas.
Durante la práctica del ejercicio muchos deportistas consumen miel para retrasar la fatiga puesto que se asimila mucho mejor que los geles u otros suplementos alimenticios. Lo normal es añadir un poco de miel en nuestra botella de agua asegurándonos de que quede bien diluida.
Al igual que durante la práctica deportiva nuestro cuerpo pide energía, al finalizar la pierde. Nuestros músculos pierden vitalidad y necesitan recuperarse. Para ayudar a nuestro cuerpo se recomienda tomar una cucharada de miel después de hacer deporte, ya que así estaremos recuperando los azúcares y minerales que hemos perdido.
Todas las variedades de miel tienen las mismas propiedades generales, aunque quizá es la miel de tomillo la más indicada para después del entrenamiento debido a sus propiedades antisépticas y digestivas que reforzará nuestras defensas después de entrenar.
