Llega el invierno y con él, las creencias populares de todo tipo. A ver si te suena esto: El frío y los cambios de temperatura son el origen de los catarros, bebe mucho líquido, hazte vahos o toma vitamina C, miel, equinácea… Pero ¿qué hay de cierto en cada una de estas recomendaciones? La OCU nos ayuda a desvelarlo:
- Bebe muchos líquidos. Ya sabes que debes estar hidratado diariamente, tomar la ingesta adecuada de líquidos y cuando estás resfriado, suelen recomendar que prestes más atención a la hidratación. Lo cierto es que el “beber abundantes líquidos” ante una gripe o resfriado no está avalado científicamente pero ayuda a que no se reseque nuestra garganta.
- Toma vitamina C y no te resfriarás. Una alimentación saludable proporciona las vitaminas y minerales necesarios para que encuentres físicamente mejor, no es que te vaya a curar de un catarro pero si te ayudara a estar inmunológicamente más fuerte.
- Te has resfriado porque hace frío. Es común que la mayor parte de los resfriados se produzcan en estaciones frías, pero lo cierto es que el frío no causa los resfriados. Según explica la OCU, “el resfriado es una enfermedad causada por virus que se transmiten de unas personas a otras. Los virus ‘viajan’ sobre todo por vía aérea a través de las gotitas originadas al hablar, toser o estornudar”. Explicado esto, la OCU señala que las principales razones del incremento del número de refriados en estas estaciones se debe, por un lado, a que la gente convive más tiempo en casa y en espacios cerrados. Por otro lado, los centros educativos están abiertos y ello se traduce en un mayor riesgo de exposición a los virus, y por último, existen zonas en las que la combinación de frío y escasa humedad favorece la sequedad de las fosas nasales y las hace más propensas a coger el virus.
- Los vahos te aliviarán. Al recurrir a los vahos lograrás que la mucosidad sea más fluida y a despejar la nariz, pero no existen estudios que afirmen que su eficacia vaya más allá.
- Recurre a medicamentos para el catarro. Los medicamentos para el catarro no son imprescindibles y los catarros, por norma general, desaparecen por sí solos. En el caso concreto de la equinácea, hay estudios que indican que puede ayudar a reducir levemente los síntomas del resfriado.
- La miel alivia los dolores de garganta y la tos. Tradicionalmente la miel mezclada con limón se empleaba para calmar la tos e hidratar la garganta. La OCU afirma que si que se produce un alivio y señala que un estudio reciente indica que su uso es tan eficaz como el de un antitusivo (medicamentos contra la tos).
Tipos de miel para el resfriado
Centrándonos en el último de los remedios caseros populares, el relacionado con la miel, te indicamos cuáles son las mieles tradicionalmente más recomendadas para el resfriado.
- Miel de Albaida: Antiasmática y anticatarral.
- Miel de Espliego: Con un gran poder bactericida y antiséptico.
- Miel de Eucaliptus: Tradicionalmente usada contra la gripe y con cualidades antimicrobianas, se la considera un excelente antiviral.
- Miel de Tomillo: Recomendada para la gripe, anginas, bronquitis y la sinusitis. Se le atribuyen las cualidades expectorantes del tomillo.
- Miel de Romero
Para terminar, recuerda exponerte lo menos posible a cambios bruscos de temperatura. ¡Y a disfrutar del Otoño!